Los responsables del programa de recuperación del ave pretendían empezar esta temporada a repoblar zonas de Picos de Europa y Redes
Rioseco, Miguel Á. GUTIÉRREZ
Las malogradas puestas de los urogallos del centro de cría de Redes obligarán a posponer un año la suelta de ejemplares nacidos en cautividad en el medio natural. Los plazos fijados en el programa de recuperación de la especie establecían que esta temporada ya se realizara el primer intento para repoblar los montes asturianos con aves del centro de cría. Sin embargo, no podrá ser. Las puestas de dos de las hembras de equipamiento sólo dieron lugar a dos huevos que acabaron por eclosionar, pero los dos pollos nacidos apenas sobrevivieron unas horas ya que la hembra había abandonado el nido antes de lo previsto y no llegaron a desarrollarse de forma correcta.
Los responsables del programa de recuperación del urogallo cantábrico ya tienen perfectamente establecido el protocolo de actuación para soltar ejemplares nacidos en cautividad en el hábitat de la especie, con el fin de reforzar la población actual, muy castigada. "Existen unas zonas preseleccionadas en Picos de Europa y en el parque natural de Redes que podrían acoger estas sueltas, que se habían delimitado en el caso de que este año se hicieran. Finalmente no será así porque no hay ejemplares nacidos de las puestas de esta temporada, por lo que habrá que esperar al año que viene", indicó Felipe González, técnico de SEO/BirdLife en el proyecto "Life+ Urogallo Cantábrico".
Las puestas de los urogallos suelen producirse a finales de junio o principios de julio. El plan de actuación (que no pudo ponerse en práctica este año) establece que las aves recién nacidas pasen un mes aproximadamente (julio) en el centro de cría de Redes. Desde allí se trasladarán a un espacio de presuelta en el propio hábitat natural, donde deberán estar otro mes aproximadamente. A partir de esa fecha ya se les abriría la puerta de estos jaulones provisionales para que se fueran adaptando al entorno.
"Los recintos de presuelta son jaulones portátiles formados por vallas y mallas provisionales que se colocan en el medio donde se quiere introducir al ejemplar a largo plazo", indica Felipe González, para añadir a continuación: "Es una experiencia que se ha desarrollado con éxito en otros países y que tiene por objeto que el urogallo nacido en cautividad se vaya aclimatando de forma progresiva al medio natural en condiciones controladas. Se les alimenta con arándanos e insectos y, poco a poco, se les va reduciendo esa comida al mismo tiempo que se deja abierta la puerta de los jaulones para que ellos vayan explorando el terreno y procurándose su propio alimento. Esto se hace a las ocho semanas de vida más o menos, cuando han ganado peso y son menos vulnerables".
Una vez que se produce la integración en el hábitat, los jaulones de desmontan sin dejar rastro en el entorno. "El programa marcaba que este año se hicieran los primeros intentos, pero habrá que posponerlo a la próxima temporada. Es un proceso difícil", remarcó Felipe González. El representante de SEO/Birdlife precisó que incluso se habían preseleccionado varias zonas en Picos de Europa y el parque natural de Redes para albergar a los urogallos. "No había ningún sitio elegido porque finalmente no se activó la suelta, pero existe varias opciones potenciales", resaltó el técnico.
Fuente: Lne.es
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