Miguel Á. GUTIÉRREZ
El centro de cría en cautividad del urogallo cantábrico del parque de Redes cuenta actualmente con 13 aves, al morir tres de los cuatro pollos nacidos el pasado mes de junio en las instalaciones. Estos cuatro ejemplares tuvieron que pasar por la incubadora, ya que su madre abandonó la puesta antes de tiempo. Su desarrollo era incierto desde un principio y finalmente sólo uno de ellos logró sobrevivir, tal y como explicaron responsables de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado. La comunidad del centro de cría está formada ahora por un macho y una hembra procedentes de los huevos recogidos en 2009 en León y Muniellos, nueve ejemplares nacidos en 2011 de esta pareja, dos hembras mansas recogidas en Tarna y en la comunidad vecina, y
Dos polluelos, en las instalaciones del
equipamiento del parque de Redes.
En la actualidad, los ejemplares reproductores del centro de cría están organizados en tres grupos. El primero lo forma la pareja fundadora, el macho y la hembra nacidos en 2009, responsables este año de una puesta de nueve huevos. La madre inició la puesta el 6 de junio, pero la abandonó el día 25 de ese mismo mes. Siete de los huevos llegaron a eclosionar y únicamente cuatro pollos sobrevivieron. Estos ejemplares fueron trasladados a la incubadora, aunque finalmente solamente uno de ellos logró desarrollarse, tal y como detallaron los representantes de la Consejería.
Otro de los grupos reproductores del centro de cría está integrado por un macho nacido en 2011 en las instalaciones y la hembra de comportamiento anómalo recogida en León, que puso esta campaña once huevos, si bien ninguno de ellos llegó a eclosionar. La tercera pareja, formada por otro macho nacido el pasado año en el centro de Sobrescobio y la hembra recogida en una carretera en Tarna, no llegó ni siquiera a reproducirse.
Las instalaciones de cría en cautividad, ubicadas en el paraje de La Mata, forman un nido artificial puesto en funcionamiento en 2009 para preservar el urogallo cantábrico, una especie que se encuentran en peligro de extinción. La función primordial del programa de cría en cautividad, aprobado por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza en 2005, es disponer de población cautiva de urogallos que funcione como reserva genética que recoja la mayor variabilidad posible ante el riesgo de desaparición de la especie.
El programa también persigue ampliar la comunidad fundadora con una doble finalidad: reforzar la población cautiva y reintroducir ejemplares en el medio natural.
En la primera campaña de funcionamiento del centro se llegaron a incubar artificialmente un total de 13 huevos, seis de ejemplares cantábricos recogidos de puestas en libertad y otros siete donados por un particular leonés, de una subespecie de urogallo centroeuropeo. Finalmente, sólo se obtuvieron dos ejemplares que llegaron a hacerse adultos, un macho y una hembra.
En la campaña de 2010 los dos ejemplares se reprodujeron, pese a que no estaba previsto que sucediera tan pronto. La puesta fue de diez huevos, pero tres no llegaron a eclosionar. Los siete pollos que nacieron no salieron adelante porque las puestas de urogallinas primerizas suelen ser problemáticas. La campaña de 2010 contó, además, con una puesta de cinco huevos que eclosionaron de forma normal, recogidos de una urogallina en libertad, aunque una infección vírica acabó con todos ellos.
El centro de cría dispone de un laboratorio e incubadoras. También cuenta con seis unidades de cría. Separada de este espacio existe una jaula de cuarentena dedicada a albergar temporalmente a los ejemplares adultos que lleguen de fuera o a aquellos que puedan sufrir algún tipo de enfermedad. Esta unidad cuenta con un suelo elevado y perforado en su base para facilitar las tareas de desinfección. Fuente: Lne.es
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