viernes, 4 de junio de 2010

Tras 20 años de vida fallece Morena

El pasado 1 junio por la tarde se llevó a cabo la eutanasia de Morena, una hembra de lince ibérico nacida en 1990 que fue encontrada siendo aún un cachorro en las inmediaciones del embalse del Encinarejo, en Andújar (Jaén) y que ha permanecido desde entonces en cautividad. A sus 20 años, Morena presentaba desde hace días evidentes síntomas de deterioro físico y de intenso dolor, no obstante supone un récord de longevidad para la especie, de la que no se conocía ningún animal que hubiera sobrevivido más de 13 años. Morena fue criada en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Quiebrajano, en Jaén y trasladada en abril de 1991 a unas instalaciones existentes la Reserva Biológica de Doñana (EBD,CSIC), donde ya se albergaba a otros ejemplares. Fue en noviembre de 1992, tras la inauguración del Centro Experimental de Cría en Cautividad del Lince Ibérico de El Acebuche, en el Parque Nacional de Doñana, cuando Morena fue trasladada a la que sería su casa definitiva durante 18 años.


A pesar de no haber tenido descendencia nunca (por la ausencia de machos óptimos durante su edad fértil) Morena ha sido y será un símbolo de la conservación del Lince Ibérico. Su conducta salvaje y su buen estado físico la convirtieron en la protagonista de numerosas filmaciones y fotografías que permitieron sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad e importancia de recuperar a este hermoso felino, que desaparecía de nuestros montes a una velocidad vertiginosa.


Su rostro es símbolo de numerosas organizaciones y muchas de sus fotografías han dado la vuelta al mundo en innumerables ocasiones. Incluso en este último año, una imagen de Morena se ha convertido en portada del informe “Wildlife in a changing World” publicado por la IUCN, donde Morena aparece simulando salir de una niebla oscura, representando la esperanza y el esfuerzo de sacar al Lince ibérico de la oscuridad que supone la extinción.


Morena padecía los problemas comunes de un animal de avanzada edad, y a pesar de no ser un ejemplar reproductor, ejerció durante sus últimos años un rol muy importante como nodriza de los ejemplares más nerviosos que ingresaban en el Programa de Conservación Ex-situ.


Morena fue sin duda precursora para la creación del actual centro de cría de El Acebuche; su muerte supone una gran pérdida para todos los cuidadores que han tenido la suerte de trabajar con este ejemplar, pero también la satisfacción de haber cumplido con el compromiso adquirido con este animal de asegurarle la máxima calidad de vida durante el mayor número de años posibles y, en el momento que esta calidad no existiese, otorgarle el final tranquilo y digno que merece un ejemplar insustituible.

Fuente: Lynxexsitu.es

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