El macho de Sierra Morena trasladado a Doñana se relaciona con hembras

EFE

15-12-2008

Sevilla.- "Caribú", el lince ibérico macho trasladado desde Sierra Morena a Doñana para reforzar la población de este felino que sobrevive en este último espacio protegido ha comenzado a relacionarse con las hembras que viven en el lugar donde fue liberado hace tres semanas de forma controlada.

Las dos cámaras de vídeo de la Estación Biológica de Doñana, organismo dependiente del CSIC, que graban las veinticuatro horas al día los movimientos de "Caribú" en las seis hectáreas de cercado de la zona de la laguna de Santa Olalla en el que fue liberado el 25 de noviembre han filmado la presencia junto a las vallas de "Bonares", una de las hembras territoriales con las que se pretende emparejar al macho de Sierra Morena.

Una de estas grabaciones de vídeo, a la que ha tenido acceso Efe, muestra a "Bonares" cazando un conejo al otro lado del cercado que acoge provisionalmente a "Caribú", justo instantes después de que el lagópodo salga al exterior del recinto tras perforar un túnel bajo la valla.

"Caribú" permanecerá dentro de este recinto hasta que los científicos comprueben que interactúa correctamente con "Bonares" o con otras hembras de la zona, una vez que comience la época de celo, prevista para las próximas semanas.

Esto es lo que ocurrió el año pasado con "Baya", primer lince de Sierra Morena trasladado a Doñana en diciembre del año pasado, recluido durante varias semanas en un cercado similar al que ahora acoge a "Caribú" y cuyas puertas se abrieron la primera semana de enero para que se aparease con las tres hembras territoriales de la zona.

Las futuras camadas mixtas entre "Caribú" y "Bonares" serían cruciales no sólo porque aumentarían el medio centenar de linces que sobreviven en Doñana sino porque, además, colonizarían la zona de Santa Olalla, ubicada dentro de la Reserva Biológica de Doñana, en el corazón de este espacio protegido, la más alejada de las carreteras y de acceso restringido, lo que reduce los riesgos de atropellamiento, envenenamiento o furtivismo.

Además, estas futuras camadas mixtas aumentarían la escasa variabilidad genética de la población de linces de Doñana, muy afectada por la consanguineidad.

soitu.es