Camille fue avistado comiendo una oveja en el municipio de Ansó

09 de Junio de 2008

Un vecino de Ansó se encontró ayer con el oso Camille en un monte cercano a la localidad, donde el plantígrado estaba comiendo una oveja. Lo tuvo a unos diez metros, aunque no se asustó ya que el oso se encontraba en una hondonada. Pudo contemplarlo bien durante unos minutos, y comentó que se apreciaba el problema en la piel que presentaba la última vez que se le vio, aunque dijo que le pareció “grande, fuerte y sano”.

M.M.HUESCA.- El oso Camille fue avistado ayer en el municipio de Ansó. Un vecino de la localidad que se había salido a recoger setas se lo encontró en la zona de Espildoya, encima de Segarra, a unos tres kilómetros de Ansó. Camille había sido visto por última vez el 5 de abril, en el valle del Roncal.El vecino de Ansó que lo avistó ayer llevaba una hora por el monte recogiendo usones, cuando, a las 8,30 horas, lo vio comiendo una oveja. “Es una zona muy escarpada y yo estaba en una situación muy buena, porque el oso se encontraba en una hondonada y lo veía como si fuera desde un balcón, a unos diez metros de distancia”.

Al encontrarse en esa situación privilegiada y muy protegida, en la que “no he tenido temor en ningún instante”, decidió quedarse y “he estado un rato contemplándolo. Me ha mirado y yo le he gritado varias veces, y a la tercera o la cuarta se ha ido”, cuando ya había terminado de alimentarse.

Este vecino de Ansó se fijó en que tenía una “zona pelada” en el lomo, por un problema que padece en la piel y que ya fue detectado en el último avistamiento del animal. Sin embargo, le pareció “grande, fuerte y sano”, según indicó. Agregó que, “al principio, cuando me ha mirado, me parecía que estaba un poco atontado, pero cuando se ha ido he visto que estaba sano”.

Después del encuentro con Camille, este vecino de Ansó avisó al ganadero propietario de la oveja y a los agentes de protección de la naturaleza encargados de hacer un seguimiento del oso en la zona. “Subimos y estuvieron tomando datos y haciendo fotografías de los rastros que había dejado”, indicó.

La última vez que fue avistado Camille fue el 5 de abril por guardias que realizan el seguimiento. También era a plena luz del día y, en esa ocasión, se estaba alimentando de una carroña en el valle de Roncal. Permaneció en la zona varios días volviendo a la misma carroña, lo que permitió su observación, algo que sorprendió ya que, como comentó entonces el jefe del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón (GA), Manuel Alcántara, “era un animal que no se dejaba ver prácticamente nunca y ahora ha permitido que lo hiciera bastante gente durante un buen rato”, en una actitud similar a la que mostró ayer. Se considera que Camille, que ronda ya los veinticinco años, se encuentra en el ocaso de su vida.

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