viernes, 16 de julio de 2010

El raro urogallo de León

Estudian por primera vez una rara población de estas aves Habitan en un ecosistema mediterráneo y soportan un mes de sequía También tienen una dieta distinta a los demás grupos de la especie.


Tomás Álvarez Efe León15/07/2010

El Teleno, montaña divinizada por los romanos (Mars Tilenus) no sólo tenía tesoros de oro en sus laderas sino que abrigaba otro tesoro científico: los urogallos (Tetrao urogallus) más raros y sureños del mundo, cuya existencia era desconocida por los científicos hasta 2005. Porque desde el sur de la Sierra de Gistredo a las faldas del Teleno, sobre una superficie de 3.000 kilómetros cuadrados sobreviven unos 40 urogallos adultos, en lo que forma "la población más rara del mundo, según la comunidad científica", señala Manuel Antonio González, de la Universidad de León, que la investiga desde hace cinco años.

Uno de los raros ejemplares de urogallo en los Montes de León. EFE/Grupo de Investigación de Ecología y Conservación de Vertebrados de la Universidad de León


Los estudios de la Universidad de León se iniciaron en 2005, con un proyecto de tesis doctoral, aunque luego ha surgido un grupo de investigación del departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental, que profundiza en el control de este reducto de valor especial.

"Los urogallos cantábricos ya son especiales por habitar en bosques caducifolios (hayas y abedules) mientras que el resto de los urogallos habita en ámbitos de coníferas; pero estos ejemplares de los Montes de León son además habitantes de un ecosistema mediterráneo, sobreviven en condiciones de mayor sequía y con una dieta alimentaria distinta", afirma el experto.

El urogallo es un ave común en la Europa del Norte, donde es incluso especie cinegética; pero que se hace rara hacia el sur: "A medida que nos metemos en países mas desarrollados, las poblaciones sólo se mantienen en bosques apartados", dice González.

Los urogallos de Pirineos y la Cordillera Cantábrica, viven ya en bosques que no son de coníferas, pero soportan fácilmente los inviernos: habitan en bosques eurosiberianos, fríos y húmedos, de abedulares y hayedos.

Pero las peculiaridades de estos 40 ejemplares detectados ahora, son más inusuales porque habitan en bosques mediterráneos, de roble melojo, soportando al menos un mes de sequía estival.


Frente al urogallo de más al norte, amante de frutos de acebo y arándanos, este más sureño -el más meridional de Europa- ha adaptado sus hábitos alimenticios a la pardalina (jarilla) y a los robles melojos, de los que comen los brotes verdes y bellotas.

"Todo lo que descubrimos es nuevo, los estamos intentando conocer a fondo, porque aún no sabemos bien qué hacen y cómo viven... aunque llevan ahí toda la vida, pero habían pasado desapercibidos para la comunidad científica", sostiene el experto consultado.

El desconocimiento de su existencia ha sido una desdicha, porque las eólicas están penetrando en esta zona de altísimo valor ecológico, pero que no tiene tratamiento de LIC, ni ZEPA ni de Parque Natural: "Hay un choque evidente entre los intereses de la conservación y los de las empresas de energías renovables", observa.

Para Manuel Antonio González, la reproducción del ave es normal y esta constatada, aunque el número de cantaderos y zonas de nidificación no se conocen bien: "No hay que molestarlos porque esto impide su reproducción, y estamos hablando de una subespecie en peligro de extinción", argumenta.

El experto rechaza plantar acebos o coníferas para potenciar el alimento de las aves: "El urogallo tiene comida de sobra y si está ahí es porque tiene también bosque suficiente para acogerlo; la condición para que vivan bien está ligada a la existencia de bosques, no a la alimentación; los recursos alimenticios no son el problema".

Tampoco puede dar datos sobre estancamiento o retroceso de la subespecie "porque estamos partiendo del desconocimiento de lo que existía; todos son datos son nuevos. Simplemente estamos empezando a conocer el número de gallos de la zona y su forma de vida.

La tesis doctoral, iniciada en el 2005, estará finalizada en dos años, aunque el grupo de trabajo -cinco científicos dirigidos por el biólogo Francisco Purroy- ya ha empezado a elaborar algunas comunicaciones.

"La tesis terminará en dos años, pero el grupo de investigación debe continuar su tarea, dijo Manuel Antonio González.


Fuente: Elmundo.es

4 comentarios:

Ángel Zamora dijo...

Como bien se dice en el artículo "todo un tesoro".

Abrazos.

Dylan dijo...

Não conhecia.

Unknown dijo...

magnifica noticia. Jesus ¿sabias algo de esta poblacion de urogallos?


un saludo

Medved dijo...

Hola Samuel. La verdad es que no te puedo aportar mucho mas sobre esta poblacion. Lo unico que te puedo decir es que en agosto sale un articulo sobre el tema en quercus.