sábado, 30 de enero de 2010

Problemática del lobo en el País Vasco

Los ataques del lobo bajan pero dejan 103 reses muertas

La Diputación espera aprobar este año el plan de gestión del cánido pese al rechazo de la UAGA y Sergal

30.01.10 - 02:26 - ADOLFO LORENTE a.lorente@diario-elcorreo.com | VITORIA.

El diputado de Medio Ambiente, Mikel Mintegi, acudió ayer a las Juntas con el propósito de acallar algunas voces sobre la inactividad de su departamento y defender a capa y espada el trabajo que los técnicos forales vienen realizando en los dos últimos años para lograr el mayor equilibrio posible entre la presencia del lobo y la pervivencia de la ganadería extensiva. De momento, parece que las medidas adoptadas están dando sus frutos ya que en 2009 se registró el menor número de muertes por ataques de la última década. En total, se contabilizaron 103 bajas, 43 menos que en 2008 y 82 por debajo de 2007.



Aunque el descenso, considerable, invita al optimismo, el director de Medio Ambiente, Juanjo Yarritu, reconoció que los ataques -59 frente a los 85 de 2008- siguen siendo demasiados. «O se ponen en marcha medidas preventivas, o las agresiones no van a disminuir», advirtió Yarritu, quien llevó la voz cantante en un comparecencia en la que también participaron Joseba Carreras, técnico del servicio foral de Medio Ambiente y Biodiversidad, y el biólogo que lleva meses trabajando a pie de campo en este área, Joseba Arberas.

El plan de actuación programado por la Diputación alavesa está recogido desde el pasado abril en el borrador del plan de gestión del lobo que tanta polémica ha generado en el sector ganadero, con sucesivos boicots de la UAGA y Sergal a las distintas ferias de la provincia. Estos sindicatos, que reclaman la desaparición de la especie en Álava por su «incompatibilidad» con la ganadería extensiva, han centralizado sus críticas en la figura de Mintegi, que sin embargo se muestra firme al asegurar que el plan de gestión no tiene vuelta atrás, y que se pretende aprobar este mismo año. Ahora, sólo se está a la espera de que el Departamento foral de Agricultura elabore un informe sobre el impacto del lobo en la ganadería extensiva y los beneficios de ésta.

El documento ha recibido unas doscientas alegaciones, sobre todo de asociaciones conservacionistas, que consideran que la inicitiva foral habla más de ganadería que del propio lobo. Por su parte, las asociaciones ganaderas se han limitado a enviar un escrito en el que piden sin ambages la extinción del cánido. «Incluso ampliamos el plazo de alegaciones a petición de Sergal y luego, no presentaron ninguna», lamentó Yarritu, que matizó que siguen abiertos al entendimiento con los colectivos afectados. «Siempre hemos defendido la importancia de la ganadería extensiva porque supone la preservación de los hábitats y la biodiversidad», apostilló.
Vallados eléctricos y perros

Su apoyo al sector es tal que el departamento de Mintegi ha reservado una partida inédita de 70.000 euros para compensar al sector. «Si quien contamina paga, aquí, quien preserva el hábitat debe cobrar», recalcó el director foral.

El lobo ha existido, existe y existirá, de ahí que las solución pase por buscar mecanismos que permitan reducir los ataques en la mayor medida posible. El equipo de Mintegi apuntó dos: vallados eléctricos y perros de guarda de raza. La primera opción es la más fiable al contar con experiencias exitosas en otros lugares. «Donde antes había cien ataques, ahora sólo hay dos», enfatizó Yarritu. La Diputación, de hecho, compró un vallado de estas características para instalarlo en Guibijo -la zona más castigada-, pero aunque el propietario estaba a favor, «diferentes presiones» dieron al traste con la iniciativa experimental.




El lobo vuelve a matar en Carranza


19.01.10 - 02:33 - SERGIO LLAMAS | BARAKALDO.

El último caso se registró el domingo por la noche, cuando los depredadores mataron a una oveja preñada e hirieron a otras dos.Los ganaderos denuncian varios ataques desde que comenzó el año.El año ha empezado mal para los pastores de Carranza. En lo que va de mes varios ataques al ganado han dejado, al menos, media docena de ovejas muertas en los pastos del valle encartado. A falta de confirmar todos los casos, los restos dejados por los depredadores anuncian el regreso del lobo. Así lo confirmó el domingo una veterinaria, después de que el propietario de un importante rebaño para la producción de quesos alertara a Base Gorria y denunciara que sus animales habían sido atacados.

La incursión del domingo se produjo de noche. Entonces, dos ovejas resultaron heridas y otra más muerta. Según el ganadero, la experta que examinó el cuerpo confirmó que los mordiscos eran de lobo. «Cuando vino la veterinaria le pedí que abriera a la oveja muerta para ver si estaba preñada y efectivamente esperaba dos crías», lamenta el propietario, Ángel Fernández. Él sospecha que en los próximos días los ejemplares heridos también fallecerán, mientras que el resto del rebaño atacado, compuesto por 38 animales, sufrirá varios abortos por el ataque. «Una cosa así te tira por la borda el trabajo de cuatro años», se duele.

En su explotación del barrio de Bollain, Ángel cuenta con 880 ovejas de raza carranzana y varios perros mastines para protegerlas de los depredadores. «El grupo al que atacaron era pequeño y no había perros vigilándolo porque estaba a 200 metros del pueblo y cerca de las carreteras. ¿Quién podía pensar que iban a bajar hasta ahí?», se pregunta el ganadero. Cuando tuvo conocimiento del ataque se enteró de que sus rebaños no habían sido los primeros. «A otro vecino le mataron una oveja un día antes y ahora las tiene guardadas», advierte.

Alimento en los montes

Por eso, tras la incursión solicitó al guarda forestal que adoptara medidas. «El domingo se sabía que el lobo andaba por la zona. Es un día que siempre hay cazadores y podían haber hecho una batida», explicó.

Como muchos ganaderos, Ángel Fernández no tiene nada en contra del lobo. Sin embargo, lamenta que estos animales ataquen a los rebaños cuando existen otras especies en los montes de las que pueden alimentarse. «La ganadería extensiva con el lobo no puede ser. No trabajamos para darles de comer», apunta.

Como Fernández, también Ángel González ha visto atacado sus rebaños este año. A él le mataron cuatro ovejas en Reyes, y un día después acabaron con otras dos de un vecino.


Fuente: Elcorreodigital.com

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