Las obras de la carcel de zaballa impiden la reproducción de las rapaces

2009-12-12

Varias especies protegidas corren peligro de desaparecer de la zona por las obras de la nueva cárcel

Los Montes de Vitoria corren peligro de sufrir una nueva variante del síndrome del nido vacío. De acuerdo con un informe realizado para la Diputación por parte del naturalista más experto en este enclave concreto de Álava, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la construcción de la macrocárcel de Zaballa amenaza con acabar con todas las rapaces protegidas de la zona adyacente a la obra, ya que imposibilita su ciclo reproductivo. El mal ya está hecho y, aunque podría ir a peor si prosiguen los movimientos de tierra en la zona, la temporada de cría para estas especies correspondiente a 2009 se ha perdido por completo.

Los problemas se extienden en un radio de tres kilómetros a partir del lugar en el que operan desde hace meses las excavadoras. Allanan una amplia extensión de terreno para ejecutar la mayor prisión de Euskadi y, como efecto colateral, generan un ruido y fomentan una presencia humana incompatible con el ciclo reproductivo de las aves rapaces autóctonas de los Montes de Vitoria. Ni el águila culebrera europea, ni la aguililla calzada, ni el abejero europeo, ni el azor común, ni el halcón peregrino -consideradas especies raras en la CAV-, ni el gavilán común, ni el aguilucho pálido - especies de interés especial-, ni el águila real, ni el alimoche común -vulnerables-, ni el busardo ratonero, son capaces de reproducirse en este entorno bajo las actuales condiciones. Después de siglos de sobrevolar las cumbres que marcan el linde sur de la capital alavesa, deberán abandonar su hábitat para dar paso a las excavadoras si continúan los trabajos en Zaballa.

José Luis Pina, naturalista conocedor de los Montes de Vitoria y autor de dos informes previos sobre el estado de la fauna en la zona, fue el experto elegido por el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación para que llevara a cabo un análisis ad hoc que, a falta de un estudio de impacto ambiental, revelara si las obras de la macrocárcel son compatibles con el mantenimiento del ecosistema. Tras casi un año de trabajo, la respuesta contenida en el informe no puede ser más contundente: "La repercusión que sobre las rapaces diurnas ha tenido el movimiento de tierras llevado a cabo en el término toponímico de Zaballa, como preámbulo a la construcción de un centro penitenciario, ha desembocado en un fracaso reproductor generalizado, en traslado y abandono de territorios de cría y disminución de parejas nidificantes, algo que no ha sucedido en espacios análogos colindantes que no sufren una presión añadida de esta naturaleza".

Tras estudiar pormenorizadamente todos y cada uno de los factores que hubieran podido influir en este rotundo fracaso reproductivo de las aves en este enclave, Pina establece que sólo las obras y el ruido de las máquinas explican la actual situación. "No ha sido -asegura- una temporada en la cual la climatología, influyente en el éxito reproductor, se haya significado negativamente". "Incluso la granizada -detalla- que tantos daños ha ocasionado en Vitoria el uno de julio, no afectó al espacio en cuestión".

Este "espacio en cuestión" al que alude el experto no es, ni más ni menos, que un área de 401,4 hectáreas dispuesta en torno a las 43,4 hectáreas en las que se llevan a cabo los trabajos para ejecutar la macrocárcel. Dicha extensión se ve afectada gravemente por la contaminación acústica y por la presencia humana, causas directas de que este año se haya perdido toda una generación de rapaces diurnas en el enclave en cuestión.

Para despejar cualquier duda en relación a este extremo, Pina subraya que "los únicos factores de presión añadidos a los que están sometidas las rapaces en el entorno de Zaballa son los que derivan del proyecto de la construcción de un centro penitenciario, como el movimiento de tierras con maquinaria pesada que provoca una alta contaminación acústica y alta presencia humana, testimonial en temporadas anteriores".

El primero de los estudios realizados en la zona sobre los riesgos que entrañaría cualquier injerencia humana, fue redactado en 2007 por el propio José Luis Pina. Ante la posibilidad de que se instalara un parque eólico en este mismo enclave, elaboró el Informe chrysaetos, un somerorepaso a la flora y fauna autóctonas del área realizado con la intención de que "cualquier gestión, cualquier alteración de estos refugios sea hecha desde el conocimiento, desde la responsabilidad, desde la sensibilidad, con la esperanza de que dentro de 400 años alguien no tenga que mirar al cielo buscando a quienes lo surcaban y ya no están". Tras estudiar 4562 hectáreas localizadas en el extremo occidental de los Montes de Vitoria, el naturalista concluyó que la presencia de un parque eólico supondría "un grave riesgo" para diversas especies, las mismas que hoy se ven amenazadas.

El segundo estudio, denominado Informe Zaballa, fue elaborado por Pina antes de que la Diputación le encargara su propio informe. En este trabajo, el naturalista señala que "nos encontramos ante el enclave natural más importante, más significativo en lo que se refiere a la comunidad de rapaces diurnas en su conjunto en la CAV, atendiendo a factores de diversidad, densidades absolutas y abundancias relativas". Antes de que arrancasen las obras, ya advirtió de que "las actividades humanas, su presencia cotidiana durante un tiempo prolongado, llevarían a la inhibición del uso que hacen del enclave algunas especies".

Fuente: Faunadealava.org