El oso hallado en abril en ‘Fuentes Carrionas’ murió envenenado por ‘Aldicarb’

Fue encontrado sin cabeza, en el paraje ‘Arroyo de Perezuela’, en Resoba. El Juzgado de Cervera ha remitido el informe a la Fiscalía

2-10-2009

ALBERTO ABASCAL

La Junta de Castilla y León, tal y como avanzó recientemente este periódico, ha ordenado realizar un tercer análisis de los restos del oso pardo, que fueron hallados, inicialmente sin cabeza, el pasado 21 de abril en el paraje Arroyo de Perezuela, perteneciente a Resoba y situado dentro del Parque Natural de Fuentes Carrionas, al considerar «dudosas» las primeras analíticas efectuadas.

Sin embargo, este periódico ha tenido acceso al informe toxicológico realizado sobre las muestras del ejemplar por parte del Laboratorio Forense de Vida Silvestre, con sede en Madrid, y es contundente a todas luces: el oso pardo murió por la ingestión de Aldicarb, un tóxico que se encontraba en las muestras analizadas, «en concentraciones que indicaban una exposición a cantidades muy superiores a la dosis letal para aves y mamíferos, exposición que normalmente se produce tras la ingestión de un cebo envenenado o el consumo de un animal envenenado con este tóxico».

El informe, que ha sido remitido ya al Juzgado de Instrucción número 1 de Cervera de Pisuerga encargado de las diligencias de este caso, y también a la Fiscalía, sostiene que la cantidad encontrada en los restos de tejidos blandos del animal,«permite descartar una exposición accidental tras una aplicación legal».
Y subraya el Laboratorio de forma contundente: «El Aldicarb ya no está autorizado para su uso agrícola en la Unión Europea y en la zona donde se encontró el cadáver no existen cultivos en los que esté autorizado el uso de este producto».

El Aldicarb está clasificado como «muy tóxico» y «peligroso para el medio ambiente». Actualmente, el producto ha sido retirado de la Lista Comunitaria de Sustancias Activas y, por lo tanto, su comercialización está restringida en la Unión Europea desde septiembre de 2004.

UN FITOFÁRMACO. Se trata de un compuesto químico utilizado como fitofármaco sistémico (insecticida, acaricida y nematocida).

Además es, con frecuencia, utilizado de forma ilegal en cebos para dar muerte a aves y mamíferos silvestres y es uno de los productos típicamente utilizados de forma ilegal para la fabricación de cebos envenenados.

Por si quedaran dudas, el informe toxicológico remitido a la juez reitera que «para que meses después de la muerte se encuente Aldicarb (el informe del laboratorio está firmado el 25 de mayo) en las concentraciones encontradas y en el tipo de muestra analizada, el oso pardo debió estar expuesto a cantidades muy por encima de la dosis letal».

Fuente: Diariopalentino.es