domingo, 31 de agosto de 2008

En septiembre se reintroducira a una pareja de linces en Doñana

En septiembre una hembra y un macho se reintroduciran en el Parque Nacional de Doñana, mas concretamente en la Reserva Biologica de Doñana en el corazon del parque y supuestamente carente de amenazas. Y digo bien, supuestamente, ya que meses atras un lince macho llamado Clavo quedaba atrapado en el cercado que servira para reintroducir esta pareja y moría de inanición e ineptitud, ya que para mas inri el ejemplar estaba siendo radioseguido.

Con esta reintroducción se pretende mejor la viabilidad genética del lince en la zona de Doñana ya que se espera que el macho pueda reproducirse con su compañera serrana y otra hembra de Doñana que se localiza en la zona.

Os dejo dos noticias al respecto:


La población de Doñana se reforzará con linces de Sierra Morena.

Se soltará una pareja de ejemplares en septiembre en un cercado próximo a la laguna de Santa Olalla

Fuente: EFE, Sevilla Actualizado 20.08.2008

La población de lince ibérico de Doñana se reforzará en septiembre con dos ejemplares que se trasladarán desde Sierra Morena, según ha anunciado a Efe Miguel Ángel Simón, director del programa LIFE de la Junta de Andalucía para la conservación de este felino, el más amenazado del planeta. Este traslado (traslocación, según la terminología científica) es una de las medidas previstas en el programa LIFE para aumentar la variabilidad genética de la población de linces de Doñana, estancada en el medio centenar de ejemplares, cifra que explica que sufran una elevada consanguineidad que debilita su sistema inmunológico y aumenta su exposición a enfermedades infecciosas.

El reforzamiento de la población de linces de Doñana se aceleró a final del pasado año cuando fue necesario liberar en la zona de Coto del Rey, donde un brote de leucemia felina había acabado con todos los machos, a "Baya", un joven ejemplar de Sierra Morena. "Baya" se apareó con tres de las hembras de esta población, estratégica para Doñana porque ocupa uno de los territorios más idóneos para el lince de este espacio protegido, y fue padre de ocho cachorros de tres camadas, de los que se estima que sobreviven tres ejemplares. Simón ha explicado a Efe que la suelta de una pareja de linces de Sierra Morena en Doñana se realizará el próximo septiembre y, al igual que ocurrió con "Baya", se hará en un cercado dotado de alimentación suplementaria para facilitar su aclimatación.

Este cercado se ubica cerca de la laguna de Santa Olalla, en pleno corazón de Doñana, alejada de amenazas como las carreteras y donde hace años se asentó una de las poblaciones más importantes de este felino.

El cercado abarca ocho hectáreas y cuenta con un sistema de cámaras para el seguimiento en tiempo real de los felinos, así como dispositivos de descarga eléctrica para impedir que éstos escalen la valla metálica.

Dentro de esta zona se han construido madrigueras para favorecer las poblaciones de conejos, alimento casi exclusivo del lince y, además, se han trasplantado árboles para ayudar a la aclimatación de la pareja de linces, en especial algunos acebuches centenarios en cuyos troncos huecos suelen parir las hembras de este felino.

Simón ha señalado que la previsión es liberar una pareja de linces para que su futura descendencia ayude a fijarlos en este territorio, aunque también se podría optar por soltar sólo a un macho si en esta zona se establece finalmente una hembra que merodea esporádicamente por estos parajes. Al igual que ocurrió con "Baya", los técnicos decidirán en qué momento abren las puertas del cercado para que los linces interactúen con otros ejemplares.

El traslado de linces desde Sierra Morena a Doñana también es crucial para mejorar el conocimiento sobre el comportamiento de este felino cuando es liberado en nuevos territorios, un aspecto decisivo para afrontar las futuras reintroducciones de este animal, previstas a partir de 2010 en dos comarcas de Andalucía, así como en Extremadura y en Portugal.

Estas reintroducciones afrontarán la dificultad añadida de que se realizarán con ejemplares nacidos en el programa de cría en cautividad, cuyo comportamiento en el medio natural aún no se conoce suficientemente.


Sangre nueva para Doñana

Los linces de Sierra Morena permiten aumentar la variabilidad genética

Entre los riesgos a los que se deben enfrentar los linces de Doñana como la escasez de alimentos (conejos, fundamentalmente) o los atropellos, existe uno invisible que se esconde en sus propios cuerpos: la escasa variabilidad genética en el que ha derivado años de consanguinidad de este reducido y aislado grupo de felinos (entre 45 y 50 individuos) en máximo peligro de extinción.

Para tratar de enriquecer el ADN de los ejemplares que campean por el parque nacional, la consejería de Medio Ambiente, a través del Proyecto Life, tiene en marcha un plan de traslado de algunos ejemplares de Sierra Morena, donde la población es mucho más numerosa (unos 130), para aclimatarlos y, finalmente soltarlos en Doñana. En septiembre se llevará a Huelva una pareja serrana, macho y hembra seguramente, donde serán liberados en la zona de la laguna de Santa Olalla.

La traslocación, que es el nombre técnico con el que se conoce esta operación, comenzó a fines del año pasado, pero no de la manera en que se había planeado inicialmente. "Queríamos usar esta zona de Santa Olalla, al Sur del parque, relativamente cercana a Matalascañas porque es una zona de la Reserva Biológica, protegida y con pocas amenazas", recordó ayer Miguel Ángel Simón, director del Proyecto Life del lince. Pero en sus planes se cruzó el brote de leucemia vírica felina que asoló el paraje de Coto del Rey poco antes del verano de 2007.

"Debido a la enfermedad, hubo que extraer a 11 linces infectados de la zona, entre ellos cuatro machos reproductores y Coto del Rey se quedó con tres hembras territoriales, pero sin machos", continuó Simón. Como medida de urgencia, se variaron los planes y decidió soltarse al primer macho de Sierra Morena, Baya, en esa zona, una vez comprobado que la enfermedad había sido erradicada.

Tras un periodo de aclimatación en un amplio cercado de Doñana, donde el animal pudo correr y empezar a entrar en contacto con las hembras que se acercaban al otro lado de la valla, el macho fue liberado. "Creemos que cubrió a las tres. Estamos seguros que cubrió a dos porque hicimos análisis genéticos. Una hembra tuvo cuatro crías, que terminaron muriendo, aunque sabemos que eran de Baya. Pero otra tuvo tres cachorros y todos salieron adelante. Ellos son la primera semilla para conseguir la variabilidad genética que estamos buscando", sentencia Miguel Ángel Simón. Baya y las tres hembras siguen en la misma zona y dentro de tres meses vivirán una nueva época de reproducción.

Los dos ejemplares que se trasladarán desde Sierra Morena en septiembre vivirán una experiencia muy parecida. Macho y hembra vivirán unos meses en el cercado de ocho hectáreas preparado para ellos, continuamente controlados a distancia por dos torres de vigilancia, cámaras de vídeo y señal de radio. Allí, es posible que la pareja se aparee y que el macho entre en contacto con la hembra territorial que se mueve libre por la zona. Si los animales se muestran tranquilos, serían liberados. "Eso ya sería un éxito. Y si hay reproducción, más todavía", señala Miguel Ángel Simón.

Fuente: www.elpais.com

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